viernes, 5 de febrero de 2016

Sesenta años en la duela

La maestra, con sus alumnos en una función.




Nueva distinción a una docente y difusora del ballet.


    La bailarina yucateca Bertha de la  Peña Casares cuenta una anécdota que le ocurrió cuando ella vivía en la ciudad de México y quiso ser profesora de la Academia Mexicana de la Danza. Al ser rechazada bajo el argumento de insuficiente capacidad para el puesto por ser provinciana, se plantó ante  el edificio a esperar la llegada del director para exponerle la injusticia.  Fue contratada.

Ese hecho habla de su determinación ante la vida, un  elemento de su carácter que brilló desde que era pequeña, cuando decidió ser bailarina profesional de ballet después de ver la película “Las zapatillas rojas” que habla  sobre el tema.

Parte de sus estudios los realizó en Cuba, a fines de la revolución que llevó a Fidel Castro al poder. Las balas todavía zumbaban y los cadáveres caían en ambos bandos cuando ella tuvo que truncar esa formación y salir de ahí para escapar del peligro.

Otra porción de sus conocimientos los recibió en el Distrito Federal, a donde llegó acompañada de su madre para inscribirse en  la academia de la bailarina y coreógrafa francesa Nelsy Dambre,  quien formó la primera generación de bailarines clásicos del país.

Bertha de la Peña (Foto de Sipse, en internet)
Hoy día a Bertha de la Peña se le reconoce por ser una de las grandes divulgadoras de ese arte en la Península y por su labor docente en ese campo, en  el cual lleva 62 años.

Como parte de  su carrera, la ciudad de Cambridge, Inglaterra, la aceptó como consejera del comité que organizó la edición 32 de su Festival Anual de Música, Danza, Oratoria y Drama.  Fue la primera extranjera en conseguirlo. 
En ese país realizó también parte de sus estudios de danza luego de no poder aceptar un lugar que le dieron en Francia para ese mismo fin.

El Instituto Internacional de Teatro de la Unesco también hizo una distinción a su trayectoria y vigencia artística, por medio del Comité Mexicano de Danza.

El Instituto Nacional de Bellas Artes le entregó la medalla “Toda una  vida en la danza”. Y la Sociedad Mexicana de Maestros de Danza la tiene como una de sus integrantes.

La próxima semana, el 11  de febrero, la maestra Bertha de la Peña agregará a su palmarés otro reconocimiento:  la Medalla Silvio Zavala a la Cultura Ciudadana, el cual otorga el Ayuntamiento de Mérida.

La maestra De la Peña (Foto de Proyecto Brújula, en internet)
Esta artista se inclinó por la docencia desde que era adolescente. Cuando regresó de sus viajes formativos y se instaló de nuevo en Mérida tuvo una escuela en uno de los espacios del teatro “José Peón Contreras” y más adelante abrió otra en el Colegio Peninsular, institución privada que le ofreció sus instalaciones para ese proyecto.  Tiempo después fundó el “Centro de Arte Bertha de la Peña”, donde han egresado numerosas generaciones y desde el cual impulsa su ballet de cámara.

Es madre de dos hijos: Bernardo y Mariela Romero de la Peña, ésta última le dio la satisfacción de seguir sus pasos, es sobresaliente artista del ballet clásico.

En una ocasión la homenajeada manifestó que la pasión que siente por el baile es lo que la mantiene saludable y feliz. 
Cada día se levanta, se dirige a su escuela e ingresa a la duela donde  sus pequeñas alumnas y  estudiantes aguardan  en  la barra sus instrucciones. En alguno de ellos late la misma emoción que ella sintió al calzar por primera vez las zapatillas.  (Mérida Cultura)