sábado, 10 de enero de 2015

Divertida ópera para niños



 

 

 

Si eres padre de familia entonces lleva a tus hijos a ver esta representación.



En un loable proyecto para llevar ópera a los niños el contratenor Víctor González Pérez estrenará este domingo 11 la divertida obra “Chip y su perro”, escrita por el ítalo-estadounidense Gian Carlo Menotti, fallecido en 2007, quien compuso seis piezas de ese tipo para el público infantil.

La amistad y el perdón son los elementos primordiales en los mensajes que tiene esa composición lírica creada para niños y que generalmente es interpretada y cantada por menores de edad. Es una obra moderna, del siglo XXI.

Esta escenificación habla de las desventuras de Chip, un pobre fabricante de laudes (instrumento musical de cuerdas) que vive en el reino de un malvado monarca y que  por falta de trabajo está a punto de morir de hambre. Pero es dueño de un perro muy inteligente llamado Rómulo. 

Los mensajeros del rey acuden a cobrarle los impuestos que debe. Para saldar la deuda, Chip entrega a su perro y este es llevado al palacio para divertir a la aburrida princesa Sareli. Pero el can no hace nada porque sólo obedece a su dueño. Para  saber el desenlace hay que acudir al Centro Cultural Olimpo a la 1 de la tarde donde se ofrecerá la primera presentación de este montaje.

En esta obra participan más de veinte cantantes y músicos en escena. Es una producción  de Víctor González, un inquieto y emprendedor contratenor empeñado en difundir la buena música y promover la cultura. Su anterior proyecto fue la creación de Antica Voce, un grupo de varones cantantes que se presentaron en varias sedes con un repertorio de madrigales y otras piezas antiguas. 


Además de cantante,  González Pérez es productor y director musical. 

En una rueda de prensa para presentar este nuevo trabajo dijo que el montaje de “Chip y su perro” es fruto de su inclinación a las historias antiguas con reyes, castillos y cuentos así como de su interés de difundir la voz de contratenor y, finalmente, su inclinación a trabajar con coros, lo cual hace desde hace diez años.

Reiteró lo que ya se sabe: la voz del contratenor es poco apreciada entre el público debido a la falta de conocimiento al respecto. Por eso su empecinamiento para cambiar esa situación. 

Aunque esa obra fue escrita para ser interpretada por niños, González Pérez hizo una adaptación para utilizar cantantes jóvenes. Además tradujo la obra en español para que sea entendida por el público. 

Otro elemento interesante es que el acompañamiento musical es “en vivo”, está a cargo del  Ensamble de Cámara que integran Ariadna Barrios de Pasos (piano), Rubén Pasos Escoffié (violín) y Miguel Cedillo Viveros (violonchello).

En esta obra Víctor González interpreta al fabricante de instrumentos musicales y también a un paje del rey.

Esta producción es patrocinada por la Orquesta Sinfónica de Yucatán (aportó vestuario y escenografía), la Academia de María Pilar Ancona (estilista), la empresa Coco Makeup que dirige Nallely Puerto (maquillaje) y el Corporativo Musical Cuarta Potencia.

La dirección escénica está  a cargo de Víctor Cortés Belmont. 

En el electo están el actor Héctor Antonio Baeza Betancourt (en el  papel del perro) la soprano Cristina Woodward Campos (princesa), el tenor Luis Uh Dorantes (mensajero), Andrea González (la única niña en el repertorio, interpreta a un arlequín) y el contratenor Richard Jasef Medina (paje).

Hay un coro compuesto de esta forma: 

Sopranos.-Ana Mercedes Cauich Matu,  Alma Alejandrina Euán Pérez, Dioselina López Ancona y Andrea González Omundsen.

Contraltos.- Raquel Arely Fernández Medina, Azalia Jehieli Fernández Medina y Ligia Maria del carmen Bazán Suaste.

Tenores.- David Humberto Ortiz Romero, Alvaro Javier Escalante Álvarez y  Juan Pablo Pinzón Esquivel.

Barítonos.- Armando Alejandro Lopez Uc, Alberto José Ramírez Fuente y           Rigel Ivan Alcocer Amaro. 

El asistente de producción es Juan Carlos Durán, el diseño maquillaje y estilismo estuvo a cargo de Nallely Gamino Chaparro, y el diseño de vestuario, de  Vilma Arceo Espadas.
Es una ópera en dos actos, pero es fluida, dura una hora.

Si no puedes disfrutarla este domingo 11, entonces podrás verla el día 18 a la misma hora y el  mimo lugar, cuando se hará la segunda presentación de este espectáculo. Estas dos funciones son gratuitas. (Mérida Cultura)

jueves, 8 de enero de 2015

El arte de la exquisitez



 

 

Demostración sobre una joya gastronómica y cultural.



La gastronomía es una expresión cultural. Esto quedó confirmado el pasado miércoles por la noche en la conferencia y demostración que ofreció sobre charcutería el chef español, Nicolás Jiménez, maestro cortador de jamón y embajador culinario de las ciudades que lleva en nombre de Mérida en distintas partes del mundo.

Ganador tres veces del Récord Guines por sus conocimientos y esa habilidad para hacer las finas lascas de esa selecta carne, el especialista visitante estuvo en el parque  de Santa Lucía para ofrecer al público una charla sobre la industria del jamón ibérico -muy diferente al muslo serrano-, el cual no sólo es un referente cultural hispánico sino un importante generador de divisas para los productores pues se exporta a 100 países.

Después de esa amena exposición, Nico Jiménez pasó a explicar las técnicas de cortes de esas piezas y la importancia de dominar esa habilidad y hacerlo bien.
En esta etapa incluyó información sobre los distintos cuchillos especiales que se usan en esa tarea y el modo de utilizarlos. Mostró un cuchillo creado por él para uso de invidentes y discapacitados, tiene un sistema que impide que quien lo manipula se corte por accidente.

En espectáculo gastronómico incluyó la degustación del jamón cortado en ese momento, un muslo con cuatro años de maduración que él trajo de Extremadura para esta ocasión.
La presentación del amplio currículum vitae del chef estuvo a cargo de la maestra y periodista María Teresa Mézquita.

A los 13 años Jimenez entró a trabajar como mozo, camarero y estibador de botellas en un establecimiento ubicado en la villa de Boñar. 
Años después compró y transformó una vieja charcutería y comenzó su proyecto de poner de moda en hoteles y restaurantes al jamón ibérico y el corte a cuchillo. Ganó premios en España, empezó a ser solicitado como conferencista y para dar exhibiciones en su país y el extranjero.

Hoy día alterna su trabajo de formador y corte con la atención de su tienda La Dehesa, especializada en jamones y ubicada en la Mérida española. Hace presentaciones en televisión y en espectáculos culinarios y ha servido en comidas para la realeza ibérica así como para la selección española de fútbol.

Ante el público reunido en Santa Lucía explicó la forma de crianza del cerdo destinado a jamones. El animal no está en corrales sino suelto, alimentándose de bellotas y otros vegetales, lo cual da a su carne características singulares y atributos antioxidantes.


Mostró también cómo diferencia entre dos piernas de jamón, uno ibérico y otro serrano. Las diferencias están en el largo de la pieza y en la pezuña desgastada y de distinto color del cerdo que anda libre por el campo.   

Respecto al corte de esa carne, advirtió que si está mal hecha esa tarea no se disfruta esa vianda, ya que tiene siete sabores en sus distintas partes. Por tanto, el corte debe incluir esas secciones para poder degustar esas variantes. Además debe ser lo más fino posible para que la temperatura de la boca lo haga desprenderse de sus exquisitez. Lo mismo ocurre con la temperatura del jamón, si está muy frío pierde su olor y sabor.

-El corte y la temperatura son importantes para no desperdiciar una pieza de carne cuya preparación lleva de dos a cuatro años –señaló. 

Para su demostración, el charcutero visitante utilizó un sujetador especial para la pieza de jamón, la cual permite girarlo y manipularlo para hacerle los cortes adecuados.

La presentación de Nico Jimenez formó parte de los espectáculos que forman parte del programa Mérida Fest 2015. (Mérida Cultura).