viernes, 10 de abril de 2015

La estampa reúne a novatos y maestros consagrados





Se abrió al público rica e interesante exposición colectiva de grabado.


 
Son raras y escasas, difíciles de realizar, usan técnica muy antigua y pueden hacer que el artista pierda la paciencia. Nos referimos a las obras en grabado, esa disciplina artística en la que Yucatán descolló durante una época y después, lamentablemente, se apagó.

Por fortuna hay jóvenes creadores locales que retoman el desafío de revivirla y llevarla de nuevo al nivel nacional que tuvo en el siglo XIX de la mano de Vicente Gahona “Picheta”. En esa tarea se les unen veteranos pintores que también agitan el pendón donde se lee que la gráfica local no está muerta, goza de buena salud y está dispuesta a sorprender a las nuevas generaciones nacidas en cunas de la internet.
 
Si bien los grabados deberían circular en abundancia porque precisamente su fin es facilitar la elaboración de copias que pueden venderse a precios menores que pinturas únicas, la realidad muestra lo contrario. Y la razón de ello es que estuvo relativamente olvidada en esta región. Ahora sopla un viento fresco producido por artistas que fomentan este arte, incluso crearon una agrupación y construyeron hace un año una prensa de litografía ante la dificultad de traer un armatoste de ese tipo  por barco, desde Veracruz.      

Una buen ejemplo de la creación que se viene realizando en esa materia puede verse desde esta semana en el Centro Cultural Olimpo, donde el martes pasado se inauguró la exposición “Mérida: Gráfica Contemporánea”.
Ahí se reúnen 50 obras (44 de grabado y seis de litografía) realizadas por 16 artistas, de los cuales una parte son pintores con larga trayectoria y el resto son jóvenes que comienzas sus carreras artísticas.

En el primer grupos están, por ejemplo, Alonso Gutiérrez, cuyo estilo pictórico se presta mucho para el grabado. Uno de los cuadros que é instaló ahí confirma su habilidad para el manejo perfecto de la luz y la oscuridad. A su vez, los trabajos de Sandra Nikolai dejan ver la importancia que tiene el impresor para completar la propuesta del artista.
Ya se sabe que muchos buenos pintores son malos impresores, de modo que es mejor dejar esto último a los expertos. Lograr negros sólidos o bien alcanzar blancos con ciertas texturas es ejemplo de lo que se logra con esa simbiosis artista-impresor.

Los conocedores del difícil arte del estampado está dando brincos de alegría con esa colección instalada en dos salas y agrupadas por formato o por autor. Hay trabajos figurativos y narrativos en los que se utilizaron personas, animales y otros elementos de la naturaleza, otros más son abstractos, dejan que el público aporte interpretaciones a lo que se pone ante sus ojos.

En materia de técnica puede verse ahí cuadros  de aguafuerte sencillo, aguatinta al azúcar, monotipia y huecograbado sobre cobre trabajado en forma lineal y sintético. También se ve el uso de la placa sustituta y linoleos que exponen el control de esa disciplina y manejo de los instrumentos por parte del artista.

Hay además trabajo a mezzotinta, la cual es una variante que muestra el esmero del creador para lograr los medios tonos, las luces y las sombras.

Entre los cuadros que sobresalen en esta colección están los de Salvador Baeza, realizados con aguafuerte y aguatinta a  color, para lo cual se requiere dos placas y sendas impresiones.

Hay dos trabajos de xilografía de la maestra Aurora Caro. La madera estuvo bien trabajada por esta pintora experta, sus numerosos alumnos deberían ver esta exposición para aprender más.

En materia de litografía sólo se muestran seis trabajos, cinco de ellos a color. Es una técnica cuya principal dificultad local ya fue subsanada: hace un año se logró tener una prensa propia, y se trajo mármol italiano para las producciones.

Esa exposición está llena de sorpresas. Hay un trabajo de Renato González, artista integrante del Sistema Nacional de Creadores que estuvo en Mérida para impartir un curso y acudió al taller de la asociación local de grabadores para hacer un trabajo e incluirlo en esta muestra.

Los artistas participantes en esta exposición, además de los ya mencionados, son Mariel Ávila, Beatriz Castillo, Mariana Ceballos, Adrián Bastarrachea, Georgia Charuhas, María Luisa Erales, Celina Fernández, Alejandro Jurado, Gabriel Ramírez, Miguel Ángel Reyes y Alberto Urzaiz. Esa colección permanecerá abierta hasta el 3 de mayo.
 
No lo olvide, grábese en su mente visitar esta muestra. Es gratis. (Mérida Cultura)

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