Hay que formar público para
el teatro, dice Juan Ramón Góngora.
En Yucatán y en México en
general los actores y directores de teatro están obligados a formar públicos
para esta disciplina artística porque la televisión los atrofió. Es pequeño el
público desarrollado para el teatro. Esto lo afirma Juan Ramón Góngora
Alfaro, actor, director y profesor teatral con 15 años de experiencia en las
tablas y quien desde hace dos años dejó la ciudad de México y regresó a esta su
tierra para continuar su trabajo en ese campo.
Juan Ramón Góngora, actor, director y profesor de teatro. |
“Todos los mexicanos somos un
público educado por la televisión”, señala. “Y eso impide que más gente se
acerque el teatro, lo cual es lamentable porque, a diferencia de lo que ocurre
con la tele, el teatro hace que la gente reflexione, que desarrolle su
pensamiento y salga de la función con un nuevo conocimiento, con ideas
diferentes y más enriquecido como persona”.
“Debido a lo anterior toda la gente
que trabajamos en teatro estamos obligados a formar público para este género
artístico. Y hay que recurrir a todos los trucos para lograrlo. Hay que hacerlo
de forma sensible, amable, divertida o como sea. Esta tarea es importante
porque la televisión mantiene a la población muy atontada, alienada en su
pensamiento y en su sensibilidad”.
“En este contexto es loable
el esfuerzo que hacen en estos días los directores teatrales Bryant Caballero y Ulises Vargas
por presentar en Mérida una obra de Samuel Beckett. Esto es una oportunidad para
sensibilizar al público local. Las piezas de Beckett te pueden gustar o no,
pero es interesante verlas”.
Juan Ramón, en una de las funciones de ¡Adiós Pichorra!, flanqueado por Desiré Solís y Elidé Uc. |
Respecto al llamado teatro
regional yucateco, que tiene mucho público, Juan Ramón Góngora considera que
ese género está regido por los valores de la televisión y otros medios masivos
de difusión. Y una prueba de ello es que ahí abundan las parodias de programas
televisivos y del cine. Opina que esas representaciones “ni si quieran son teatro”
sino más bien son copias de modelos artísticos de la TV.
“El teatro es una experiencia
humana”, expresa.
AL MEXICANO LE GUSTA REÍR Y
LLORAR.
Por otra parte, en el trabajo
de dirección teatral que realiza Juan Ramón Góngora son recurrentes la música y
las canciones. Este creador se inclina
por el melodrama, el cual considera que es el género mexicano por excelencia,
ya que a la población de este país le gusta llorar y reír. Un ejemplo de esa inclinación
de Juan Ramón son los últimos proyectos que ha presentado desde que regresó a
su tierra: “Adiós Pichorra”, “Las noches del cuplé y otras cositas”, “Los ojos
de un hombre enamorado” y, en el ramo operístico, el espectáculo “Y Brillaban
las estrellas”.
Aclara que, a diferencia de
la televisión, él busca que en esos melodramas la gente no tenga sólo una diversión
seca sino queque además reflexione, que aprenda más sobre la vida y la
humanidad.
EL DIRECTOR, COMO UN PEQUEÑO
DIOS.
Uno de sus proyectos fue colaborar con un espectáculo de ópera de pequeño formato. |
A pesar de esa inclinación,
Góngora Alfaro dirige todos los tipos de géneros teatrales. Considera que los directores de teatro juegan al Creador,
son como pequeños dioses a los que gusta organizar las cosas. Pero sobre todo
dirigen porque les gusta tener algo que decir, o bien expresar la última
palabra en la obra u opinar cómo se debe expresar la trama de la pieza teatral.
Elogia que hoy día haya
abundante número de actores en Yucatán y que se haya profesionalizado ese oficio con la
apertura de la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY).
Finalmente hace una
observación: la población y, en particular, las autoridades, deben apoyar a los
artistas locales. Opina que hace falta difundir el trabajo de la comunidad
artística, ofrecerles espacio para su trabajo y financiar sus proyectos. Dice
que fue un acierto que los organizadores del Festival Internacional de la
Cultura Maya reconsideraran y cambiaran el programa de esa muestra anual para
incluir a los artistas locales, ya que inicialmente los contratos eran para
gente del interior del país y el extranjero.
Juan Ramón Góngora Alfaro
estudió bachillerato en arte en el Cedart y después cambió su residencia a la
ciudad de México para cursar la licenciatura en el Colegio de Literatura Dramática
y Teatro de la Unam, de donde egresó en la especialidad de dirección escénica.
Como director ha participado en unos 30 montajes y como actor y profesor de
teatro en muchos más.
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