Una imagen dice más que mil palabras…si fue creada por Benito Cabañas.
Para confirmar esa verdad redonda basta con visitar estos días la exposición
que nos trae en estas fechas el Museo Fernando García Ponce-Macay sobre este
diseñador y cartelista veracruzano que es consultor gráfico de la Unesco.
Benito es un joven campeón que está de moda en el mundo
del diseño gráfico. Ganó el Premio al diseño de espacio en la Bienal
Iberoamericana de Diseño, su trabajo es conocido en Estados Unidos, Francia,
España, Bélgica, Italia, Rumania, Chile, Bolivia y Costa Rica.
La razón de todo ello es una sola: calidad,
lo cual es fruto de la creatividad, el dominio de la técnica artística y sus
recursos comunicativos.
Esos elementos hacen que los carteles salidos
de sus manos tengan gran poder visual, transmitan eficazmente el mensaje que
emiten y ademástrasciendan en el tiempo.
La muestra que el museo Macay nos trae de
Benito Cabañas se denomina “Por siempre y para siempre”. Es una puerta a las
habilidades de publicista y artista que
tiene este joven autor, graduado hace pocos años en la carrera de diseño
gráfico y que es directivo en la Conferencia Nacional de Instituciones
Municipales de Cultura y presidente de la Asociación de Diseñadores Puebla Coordenada 21.
El trabajo de este creador sobresale por el
modo de combinar las imágenes, los malabares que hace con el idioma y la manera
con que mezcla y juega con el significado de las cosas. Sus láminas impactan,
generan sensaciones y se impregnan en la mente del observador, lo cual es el
fin de esos carteles.
La sorpresa es un elemento común en ellos,
también hay humor. En unos casos es llamativo el singular modo en que toma un objeto y
le da nuevo significado. Es sorprendente constatar cómo logra con la simpleza de
una imagen transmitir un mensaje.
Pero ello tiene que ser de ese modo porque
sus obras están en la calle y otros sitios abiertos al paso de la gente, en un
entorno lleno de distractores que hace difícil llamar la atención de las miles
de personas que se mueven ahí. En esas condiciones se requiere mucha habilidad
para enganchar la vista del paseante y
en ese fugaz momento transmitirle la idea que se busca comunicar.
Esa es una enorme dificultad que está ausente
en las galerías, museos y otros espacios cerrados donde las exposiciones que se
montan son el punto central de quien ingresa a verlas. Ahí es obligado verlas,
la gente acude con ese fin.
Benito Cabañas incursionó en el arte
contemporáneo antes de dedicarse por completo al diseño gráfico. Quizá por ello
sus trabajos tienen elementos artísticos, lo cual los hace más agradables.
La muestra que actualmente ofrece el Museo
Fernando Ponce García-Macay debería ser visitada sobre todo por estudiantes,
profesores y profesionales del diseño, la ilustración, la publicidad, la
animación, la creatividad y la comunicación en general, ya que resultan
didácticas y además permiten observar el nivel de competencia que enfrentarán
en esa rama. (Mérida Cultura).
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