viernes, 27 de diciembre de 2013

LA FOTOGRAFÍA ANALÓGICA NO HA MUERTO.


Abundan los fotógrafos que rechazan las modernas cámaras digitales que lo hacen todo, prefieren la tarea artesanal de crear arte manipulando la luz.

En Mérida todavía quedan amantes de la fotografía analógica y de las viejas cámaras de medio formato con las que realizaban finos trabajos de manipulación de la luz.
Jorge Reyes con la vieja cámara japonesa Mamiya.
En este selecto grupo figuran varios artistas de la lente, son profesionales que gustan disfrutar la sensación de crear una foto paso a paso, en forma similar a como se pinta un cuadro o se realiza una escultura. Es una tarea que comienza en la lente y concluye en el laboratorio, con equipos ahora en extinción.

Uno de los enamorados de ese viejo sistema es Jorge L. Reyes, fotógrafo, actor, profesor universitario y divulgador del viejo estilo de fotografía que implica técnica, disciplina y ciencia para obtener un bello producto artesanal en el cual pueden darse una agradable invitación visual o bien un impactante mensaje óptico que viaja directo al cerebro y no a los sentimientos.

Jorge Reyes tiene un taller en el que imparte clases sobre el antiguo método de utilizar película de medio formado o el clásico de 35 milímetros para captar imágenes y después manipularlas en el laboratorio con la alquimia de la lámpara y los tiempos de los líquidos para revelarla y fijarla. Entre sus alumnos hay jóvenes y adultos mayores, lo que indica que en todos los niveles hay quienes gustan de esa forma de creación fotográfica.

Una turista (con cámara al hombro) observa las fotos en
blanco y negro que exhibe Jorge Reyes.
Desde este viernes 27 el artista exhibe parte de sus trabajos en los portales del Palacio Municipal, junto con los pintores y escultores del Grupo Art’ Ho. Son fotos en blanco y negro impresas con el sistema de plata y gelatina y elaborados en el sistema analógico, con película de medio formado y una vieja cámara japonesa Mamiya, de esas que venían con fuelle y aditamentos mecánicos.

Las imágenes corresponden a escenas de la lucha libre, la Catedral y la antigua Estación Central así como de Uxmal, calles de Chiapas, vistas del volcán de Colima y otros sitios más. Son escenas de paisajes, arquitectura y personajes. El público también puede ver ahí la cámara Mamiya y cómo funciona. Además puede comprar fotografías desde $50.

Los primeros clientes llegaron apenas Jorge Reyes
instaló la muestra de su trabajo. 
Jorge L. Reyes se inició en la fotografía por casualidad, en 1981. Lo hizo junto con su esposa Armantina García Peregrina, también fotógrafa, buena actriz y profesora universitaria. En ese tiempo compraron una cámara fotográfica para captar los recursos familiares y asuntos cotidianos, pero pronto se enamoraron del oficio y cada quien se hizo de un quipo propio e iniciaron sus carreras en ese campo.

Jorge y Armantina son una pareja que tiene mucho por compartir. El suyo es un matrimonio de película.  

 

 

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