jueves, 23 de enero de 2014

SEIS DÉCADAS DE CASTRO PACHECO.


Obras inéditas y otras sorpresas más se ofrecen en esta muestra del recién desaparecido pintor.


 
En estos días hay oportunidad de ver una exposición pictórica singular del recién desaparecido maestro Fernando Castro Pacheco. Es una colección interesante por lo variada y amplia, lo cual permite conocer el desarrollo del pincel del artista yucateco así como las muchas las técnicas que dominaba y los temas que abordó en sus obras.

Esa exhibición no incluye esculturas, rama en la que también trabajó Castro Pacheco. Pero a cambio de ello se instaló una pantalla en la que se proyectan aspectos de la tarea escultórica de aquel.

La muestra se instaló en el Centro Cultural Olimpo, como pate del Mérida Fest 2014. En ella se puede observar la evolución en más de seis décadas trabajo del pintor, quien falleció en agosto pasado, cuando estaba cerca de cumplir los 96 años de edad.

En ella hay trabajos en óleo, grabados, litografías, acuarelas, dibujos a tinta y a lápiz que hablan de la sensibilidad del autor y también de su característica como dibujante, rasgo sobresaliente en toda su obra, la cual incluyó el muralismo.

La exposición-homenaje está dividida en dos salas y fue montana con el préstamo de cinco colecciones privadas que aportaron familiares y amigos del artista. En ambas secciones de la muestra predomina la mujer como tema, lo cual corrobora la inclinación del maestro hacia la figura femenina, en particular aquella que es característica del pueblo maya. Son mujeres de complexión gruesa, con rasgos indígenas, peinadas con chongo y vestidas de hipil.
 

En una de las salas hay 30 obras en total, todas ellas propiedad del matrimonio formado por María del Carmen Pérez Jiménez y Antonio Alcocer Hernández, este último sobrino del pintor y actual cronista de Tizimín. Del total de esos cuadros diez son óleos sobre tela. El resto son piezas de varios tamaños y técnicas, en las cuales, como es de esperarse, predomina la mujer como tema.

Ejemplo de ello lo tenemos en las obras tituladas Mujer pensando (acuarela), Mujer sentada (acuarela), Mujer y pájaro (grabado), Mujer en el campo (grabado), Mujer con venado (grabado con acuarela), Mujeres platicando (grabado), Mujer de perfil (acuarela), Mujer y niño (grabado), Mujer con abanico (óleo sobre tela) y Abrazo materno (grabado).

También figuran en esa lista El Músico (litografía), El beso (litografía), El abrazo (tinta sobre papel), guerra de castas (aguada) y otras más en acuarela y dibujo a lápiz . La litografía titulada El beso nos pareció extraña, tiene elementos prehispánicos.

Esa colección incluye un retrato María del Carmen Pérez Jimenez hecho en 1983. Según la información de esa exposición, ella fue el único familiar al cual el maestro retrató. Fueron necesarias diez sesiones para hacer el bosquejo a lápiz. Es la primera vez que ese cuadro se exhibe al público.

En la otra sala se reunieron las otras obras, todas ellas en distintas técnicas y temas. Ahí se ven también personajes femeninos pero además están presentes la jícara, la hamaca, el hipil, el henequén, la hacienda, los techos de paja, el flamboyán y el pozo, todos ellos elementos distintos del Mayab.

No se pierda la oportunidad de disfrutar esta singular exhibición del maestro Fernando Castro Pacheco, ignoramos cuándo habrá oportunidad de ver algo igual a esto. (Mérida Cultura).

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