La navegación inspira una singular exposición de cerámica.
Navegando en el color,
impulsados por el viento del arte, unos 20 barcos atracaron en el Museo
Fernando García Ponce (Macay) y dejaron en esa playa un cargamento de fiesta para los sentidos.
Delicados, coloridos,
coquetos, ingeniosos y simpáticos, esos navíos son creación del artista
yucateco Rafael Pérez y Pérez que esta vez se sumergió en el océano de la
cerámica en busca de nuevos tesoros de expresión artística.
Esa curiosa flota es parte de
las nuevas exposiciones que nos trae este año ese museo de arte contemporáneo.
Es un conjunto de piezas que parecen juguetes infantiles, ingenuos elementos decorativos donde la
cerámica es el elemento central. Con ella se construyeron los cascos de los
barquitos. El resto de los elementos de cada obra son como símbolos de las
territorios que besa el mar, todos ellas tan variados como lo son las
expresiones artísticas. Podemos ver collares, flores, pececitos,
madera tallada, cordones, miniaturas
de bronce, cintas, aves…Ellos sirven de ornamentación al bajel y, según la
descripción de esa exposición, fueron recolectados por el autor en viajes a
distintos lugares.
En esa colección vemos tres
grupos de obras. En unos casos sobresale el
velamen de la embarcación, hecho con coquetos abanicos de variados
diseños, abiertos hasta la mitad para que sus encajes atrapen la femenina brisa
pero dejen pasar vendavales que rompan el delicado equilibrio estético. En el
muelle de la imaginación esas carabelas desembarcan sobre ruedas hechas estas
con partes de “yoyos”, un juguete tradicional mexicano.
En otros casos no hay
aparejos ni mástil ni velas. Y en un tercer grupo las piezas no tienen la
variada combinación de materiales, todas ellas son de cerámica brillante,
incluidos las espumosas olas y los infantiles o regordetes capitanes que otean
el horizonte o cruzan sus miradas con el espectador que acerca la vista para
ver los detalles de cada creación.
Esa muestra de Rafael Pérez tiene
un título entre romántico y aventurero: “Si yo descubriera América”. Su autor
no descubrirá este continente, pero ya nos reveló una nueva tierra del amplio
mundo del arte. Desembarcó para colonizarnos con esta nueva faceta suya de
ceramista. (Mérida Cultura).
Rafael Alfonso Pérez y Pérez,
nació en Mérida, Yucatán, tiene 48 años de edad, posee dos títulos
universitarios (Derecho y Ciencias Sociales) y estudios de dibujo, pintura y
escultura en la Escuela Estatal de Bellas Artes, donde después fue profesor. Ha
participado en 120 exposiciones. Escribe artículos periodísticos y actualmente
es integrante de los Consejos de Artes
Plásticas de Puebla, del Museo de Arte de Zapopan y de la Galería de la
Academia de San Carlos así como Subdirector y Curador en el Museo de la
Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
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